Hay que hacer el bien concreto”.

Vicente Ferrer. Annantapur, 2002.
 

La Cirugía Plástica, como toda la medicina, tiene básicamente un papel social y de servicio. En este contexto la Cirugía Plástica trata al paciente a través de la reconstrucción de sus partes dañadas, amputadas o deformadas. Y si esto es importante en nuestro mundo, en el 3er mundo, un pequeño defecto es la diferencia entre poder formar una familia y ser aceptado socialmente o quedar relegado social, laboral y familiarmente, en otras palabras, la cirugía plástica en los países en vías de desarrollo no solo cura al paciente sino que lo rehabilita social y laboralmente. 

Las cicatrices son normales (y muy abundantes) en los países en vías de desarrollo, incluso en ciertas etnias constituyen un atributo de belleza o signos de tratamientos por medicina nativa, pero las malformaciones... son un estigma que ocasiona la mayor discriminación, especialmente en las niñas. Cualquier paciente que sobreviva a un accidente o a una quemadura queda en riesgo de exclusión social y laboral. Es por ello que la Cirugía Plástica tiene un papel muy importante al rehabilitar y reintegrar cada paciente a su entorno.

En lugar de crear una propia Fundación ONG, el Dr. Alberto Musolas está involucrado desde hace 25 años con múltiples organizaciones que puedan necesitar de los servicios de la cirugía reparadora en sus programas. De este modo ha colaborado con varias organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, no solo en dar asistencia quirúrgica a aquellos pacientes que lo necesitan sino también en formar a cirujanos locales que puedan dar respuesta por si mismos a las necesidades de la población sin que sea ya necesaria nuestra ayuda directa.
En estos últimos 11 años ha efectuado numerosas clases, conferencias y publicado 3 libros especializados sobre cirugía reconstructiva.