• Secuelas de quemaduras. No hay accidente mas terrible, doloroso y deformante si se sobrevive que las grandes quemaduras. Si esto además ocurre en áreas rurales o sin servicios médicos especializados en la zona, las consecuencias van a ser terribles. Tanto en las zonas rurales como en los suburbios de las grandes ciudades, la luz la proporcionan los quinqués de petróleo, se cocina con braseros de carbón vegetal, se dan calor mediante hogueras y se manipula el combustible a través de botellas y garrafas… La posibilidad de un accidente con fuego es muy alta especialmente para los niños pequeños que corretean entre el fuego y los braseros casi siempre cubiertos por grandes ollas llenas de líquidos hirviendo. Los quemados que sobreviven a intensos dolores y curaciones con métodos generalmente locales, lo hacen en la posición “antiálgica” (menos dolorosa y mas cómoda) que es la fetal, es decir flexionando las articulaciones. Cuando las quemaduras acaban sanando tras varios meses, se producen severas retracciones cicatriciales en brazos piernas cuello, manos… , que acaban pegados unos a otros convirtiendo al desafortunado quemado en un inválido social y laboral. La única forma de rehabilitar a un paciente con este tipo de lesiones es a través de complejas intervenciones de cirugía Plástica y un programa de rehabilitación.
     
  • Malformaciones congénitas. En países con una natalidad muy alta y en la que contrariamente al mundo industrializado, no se elimina a los hijos a través del aborto en función de si son sanos o no, es muy común encontrar muchos tipos de malformaciones congénitas. La inmensa mayoría se pueden corregir bien… si existieran centros especializados. Al no haberlos, por ahora, los pacientes con malformaciones van acudiendo a las misiones de Cirugía Plástica que se organizan para ser operados. La mayoría de malformaciones se refieren a la fisura labio palatina, en sus múltiples versiones, fisuras de solo un lado (unilaterales), de ambos lados (bilaterales), completas, incompletas, con paladar… . No es raro ver pacientes que llegan a la edad adulta con fisuras completamente abiertas sin operar, con lo que ello significa de exclusión socio-laboral. Otras malformaciones frecuentes son las que afectan a manos y pies.
     
  • Secuelas de traumatismos. El progreso en forma de rápidos coches y motocicletas circulando sobre caminos y calles de tierra sin señalización y en las peores condiciones de seguridad, ha disparado el índice de accidentes de tráfico y consecuentemente los traumatismos. Muchos de los traumatismos resultan en fracturas abiertas de diferentes extremidades que se complican muy frecuentemente con osteomielitis (graves infecciones del hueso) o gangrenas. Los pacientes quedan discapacitados, y solo la oportuna intervención de ortopedistas y cirujanos plásticos puede resolver estas graves situaciones y devolver al paciente a la vida activa, social y laboral.
     
  • Patologías locales. Hay deformidades y alteraciones que dependen especialmente de las condiciones locales. El noma, por ejemplo es una severa destrucción del tejido de mejilla, nariz, labios y encías que se produce tras una infección local en las encías de pacientes desnutridos. La úlcera de Bruly, la lesiones por Lepra, y otras patologías locales, son también solucionables solo en manos de expertos en cirugía Plástica.
     
  • Tumores. Los tumores afectan a la población como en cualquier otra parte del mundo, solo que la inexistencia de servicios sanitarios especializados, hace que la mayoría de ellos no sean tratados a tiempo y evolucionen en el tiempo adquiriendo en ocasiones volúmenes y tamaños que jamás se ven en los países industrializados. Desgraciadamente muchos de ellos ya están fuera de control o no son ya operables en las condiciones locales de los hospitales en los que se realizan las misiones y quedan por lo tanto sin tratamiento condenando a sus portadores.